jueves, 29 de marzo de 2012

Desconfianza

Hace algún tiempo... Bueno, vale, hace nueve meses exactamente, ya me dio un amago de explicar lo que voy a contaros a continuación. No lo hice porque no era el momento ni el lugar, y porque acostumbraba a ser tan retorcido en mis escritos que ni yo mismo era capaz de entenderme. No habrá rimas ni frases citadas, es una mera reflexión.

En el mundo hay personas. (Eloy, ¿y dices que tú eres el más listo de tu casa?) Déjame terminar, hay personas, muy diferentes, porque salta a la vista que todos no somos iguales... aunque nos cueste reconocerlo. Y hoy voy a hablar de los infieles.

Pasemos por encima de lo fácil, de decir que eso es caca y lo otro es bueno, culpémonos un poco incluso siendo inocentes. Dentro de todas mis vueltas de cabeza y más rebuscadas elucubraciones se encuentra la que habla de la desconfianza que puede generar una persona infiel.

A simple vista puede ser únicamente un amigo, hombre o mujer, en el que depositas una cantidad determinada de confianza. Y digo yo... ¿cómo tenemos el valor de confiar, mucho o poco, en alguien que traiciona a quien le confía su intimidad? Siempre he sido muy de pasarme las normas morales por el forro, pero ésto es algo que siempre me ha desconcertado.

Siempre me ha parecido que lo ideal sería que tu mejor amigo fuese tu pareja, con quien poder hablar de todo sin problema alguno, de esa forma podríamos tratar de obviar el detalle de que si no quieres que algo se sepa lo mejor es que no lo cuentes, pero si devaluamos el nivel de confianza a un simple amigo y le ponemos ese curioso atributo que es la infidelidad... Decidme, ¿es o no es un suicidio? Figurado, claro, hablamos en términos de confianza.

No tengo muy claro que lleva a una persona a defraudar de esa manera, si va en la forma de ser de cada uno, en el nivel de inconsciencia, o en qué, pero pese a que una cabeza pueda dar vueltas y maquinar mil locuras, a la hora de la verdad un compromiso debería ser firme sin necesidad de ser puesto por escrito, y de cualquier otra forma no tiene ningún sentido.

Sólo quiero que lo penséis... porque tengo muy claro y lo tendré siempre que para tener algo que no es serio y que no podría serlo más todavía, es mejor no tener nada.

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