
Con diferencia, el peor día de la semana.
Cuando ya te has convencido de que tienes una cantidad limitada de tiempo hasta que llegue el querido lunes, te encuentras con que ya es sábado. Y el sábado, no es tan bueno como lo pintan.
A mi me aburren los fines de semana. Y los días entre semana me matan, son un asco.
Puedes pasarte los cuatro primeros días de la semana pensando en el quinto... que da igual, para cuando asimilas que ya ha llegado, estás casi volviendo a casa para tener que madrugar al día siguiente.
A eso lo llaman rutina.
Todos en fila india hacia el precipicio. Y no intentes darle vueltas a las razones de todo, ya que entonces te dirán que te hagas un blog.
Creo que ya me acuerdo de como llegué a acabar en ésta pérdida de tiempo.
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