lunes, 4 de julio de 2011

No sólo soy cabezón, sino que tengo mal perder.

Una vez en casa de nuevo, sin maleta, pero con ganas de perder el tiempo, te da por pensar en lo que queda de ti. No tienes los papeles del Erasmus porque Iberia ha decidido dejarlos en Londres, o Madrid, o quizá no se movieron de Manchester... pero al fin y al cabo el resultado es que no están en tus manos. Y los necesitas para mañana.

Además, te viene a la cabeza que hace un par de días una empresa -en la que confía el Gobierno de Navarra- te ha intentado extorsionar al más puro estilo de la mafia siciliana. Al parecer, y pese a tener 21 años, somos un grupo de párvulos y nos quieren castigar a todos sin recreo porque a uno se le ha ocurrido hacer una trastada.

Lamentable.

Ahora acabo de recordar por que me ha venido ésto a la cabeza, es muy divertido oir entre sueños que tus padres hablan de tema, o al menos oyes sólo una parte de la conversación, lo que delata el uso del teléfono. Pensaba que al tener 21 años y pedir que las notas vayan a mi nombre ya había quedado bastante claro que me hago responsable de mi mismo a todos los efectos, pero parece que no es así del todo, y pese a que tiendo a contar todo lo que me indigna en casa -porque no tengo nada que esconder- he tenido que volver a remover el tema, no con más ni menos aprecio, sino porque mañana habrá que hacerlo de nuevo. Ha sido un mero entrenamiento.

Me parece patético que se utilicen artimañas como decir "que nos van a quitar el título" o que "no vamos a volver a España" si no pagamos por unos daños que no hemos ("hemos" es igual a Eloy) ocasionado, a un grupo de gente entre los cuales la mayoría no ha hecho absolutamente nada. Pero más patético me parece acceder a tragar el bulto.

Es una de esas cosas que va en contra de mis principios. Me da igual si son 20, 10, o 10.000 euros, a mi no me coacciona ni mi madre para que recoja mi habitación y se va a reir de mi una rubia que ni siquiera me habla en mi idioma. Una polla señores, una polla. Somos mayorcitos, que cada uno recoja su cosecha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario