Hoy se nos ha ido Marco Simoncelli, al que hemos podido odiar o amar, querer o despreciar, pero al fin y al cabo, además de un gran piloto, era una persona.
Colin Edwards y Valentino Rossi deben estar destrozados, así que además de todo el ánimo a la familia del italiano, padres, novia, amigos, seguidores, apoyar especialmente a esos dos pilotos, que salieron como él, a ser los más rápidos y a jugarse el tipo como en cada carrera, y tuvieron la mala suerte de estar en el centro de una verdadera tragedia.
Hoy Valentino ha perdido a un compañero, y a un amigo.
Descansa en paz, Marco.
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