Se supone que hay gente que ha investigado éste fenómeno. Pero lo mío no es sólo eso.
No poder dormir es una cosa, pero dormir y no descansar es otra muy distinta. Cuanto más cansado estoy antes me duermo, pero me despierto treinta veces, y en todas y cada una de ellas miro el reloj, porque las separan minutos, pero en cada uno de esos ratos tengo un sueño distinto y larguísimo.
¿Y no podría ser todo ésto un sueño todavía más profundo? Porque me gustaría que me despertasen para comer, o desayunar, o cenar, o para hacer la declaración de la renta, porque no me gusta lo que estoy viendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario