miércoles, 29 de febrero de 2012

Raro

No digo diferente, digo raro.

Así son los 29 de febrero, y me encantan. Disfruto con las anomalías, las rarezas, los detalles que hacen que cualquier cosa sea especial. Puedo recordar algo de lo que hacía los últimos cuatro de estos días extra que nos regalan cada cuatro años, y la única diferencia entre ellos era la música de fondo.

Habrá que salir y celebrarlo, un arreglo tan curioso a las 6 horas que se nos escapan del calendario cada año no puede dejarse ir sin más... En 2016 quiero poder mirar atrás y tener que decir.

domingo, 26 de febrero de 2012

Me he cansado

Como toda historia tiene su introducción, nudo, y desenlace.

La introducción la tengo ya muy vista, y el nudo en el estómago. Me he cansado de ver la vida como una serie de años que no llevan a nada; necesito poder mirar a lo lejos y ver un objetivo, una razón para vivir.

Los mediocres acuden a la religión, pero esa no es una opción. En mi afán de racionalizarlo todo llegué a la conclusión de que necesitaba ser alguien en la vida. Es un concepto tan abierto y tan abstracto que es imposible de afinar, que me ha tenido trastornado media juventud, y todavía no he conseguido aclararlo. Ni lo haré.

Así que... si no se hacia donde quiero ir, al menos parece imprescindible buscarse compañeros de viaje, de los que te acompañan en el camino, sin juicios gratuitos ni valoraciones no solicitadas, simple y mera compañía, porque el desenlace será para todos el mismo.

La muerte como igualador de clases; al pobre y al rico, al príncipe y al mendigo, tenemos la fecha de caducidad tatuada en la nuca y no podemos verla, así que hagamos algo... intentemos disfrutar de cada momento, se que no es una idea nueva -ni mucho menos-, pero es la única conclusión que uno puede sacar, hagamos lo que hagamos no sabremos lo cerca que podemos estar de deshacer el nudo, de cerrar el capítulo, de poner un punto y final, y todo acabe.

sábado, 18 de febrero de 2012

Desde el suelo

Tengo el cuello dolorido de mirar hacia arriba, las piernas dormidas de estar mal sentado, y por llevar tanto rato desaparecido cualquiera podría haber llegado a pensar que me había rendido.

Nada más lejos de la realidad; para el frío a la intemperie una chaqueta y para la espera un pasatiempo. Ya veremos quien acaba por caer en el intento.

sábado, 11 de febrero de 2012

Des-colocado.

Por todos es conocido que no hay nada como perder algo para echarlo de menos, pero también existe la posibilidad de no acordarte de por qué no lo querías hasta que vuelves a tenerlo. Ésto aplicado a lugares te puede confundir; puedes estar meses esperando por una ilusión que se desvanece, que nada más aparecer se volatiliza, destruye o desaparece, si es que alguna vez existió.

Es una confusión que te deja fuera de lugar, porque donde estás no es donde querías, y donde estabas te lo hacía pasar mal, no puedes perderte a medio camino, no eres nadie aquí ni allí, no pintas nada en ningún sitio. En uno no eres tú, en el otro, tienes todo lo que te perseguía y te empuja a irte, como la primera vez que lo hiciste, pero que no lo recuerdas hasta que lo revives.

Y el ciclo se repite.

Es difícil asumirlo, pero te importa la gente. Hay cosas que no puedes pasar por alto, y por mucho que las guardas acaban saliendo por algún lado.

No tengo ni la más remota idea de qué será de mi, pero sigo teniendo tiempo para intentarlo, hay mucha vida por delante, o eso espero, y si el destino existe, por una puta vez estaría bien que se portase bien conmigo.

Soñar no es fácil para quien no puede dormir, al igual que volar no es gratis para quien nació sin alas.

jueves, 2 de febrero de 2012

Desinfección

Toda costumbre puede volverse rara.
Las palabras se las lleva el viento, hasta el punto de que sólo queda el recuerdo.
Poner en cuarentena. Desinfectar. Olvidar.