No es fácil distinguir la verdadera calma, de la antesala de la mayor parte de la tempestad.
Las circunstancias me están cambiando, y no a mejor precisamente. En un mundo donde los blandos se moldean y los duros se acaban por romper, donde la sinceridad es un defecto y la vida un corto camino a recorrer.
Triste la misión que nos tercia este juego hace tiempo aborrecido, que no me agrada su forma, ni su olor, ni color, ni nada que se le parezca.
"Para que nada nos separe, que no nos una nada." P. Neruda
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