sábado, 5 de mayo de 2012

Conos y bastones

La oscuridad es una herramienta calculada. La falta de luz, las altas horas y sus sustancias, provocan confusiones y justifican lo inexcusable al día siguiente.

Tal vez estamos demasiado habituados a esa práctica. Tal vez cuando la confusión está en su punto más álgido es cuando más claro vemos algunos. Es difícil de explicar, pero todo buen observador es detallista hasta el punto de quedarse con lo despreciable, porque por mucho que acostumbremos a ver una conducta noche tras noche no empieza a ser más apropiada. De la misma forma que por repetir muchas veces una mentira no se convierte en una verdad.

El ser humano es egoísta por naturaleza. Egoísta, falso, mentiroso, cambiante y sorprendente al mismo tiempo.
Podrás ver como quien hoy jura lealtad eterna mañana incumple su promesa, como el que daría la vida hoy, mañana no sabrá de que le hablas. Nadie es bueno o malo, todos somos una mezcla, y dependemos de las circunstancias. Quien ahora te dice que se conforma con ser tu amigo, tres horas y cubatas después te meterá mano. Y al día siguiente habrá sido la noche y su confusión, y la sociedad lo aceptará, porque somos retrasados.

Quienes me conocen saben que tengo un gran problema. Problema, cualidad, característica, handicap...
Soy incapaz de perdonar. Soy rencoroso hasta hacerme daño, porque no va conmigo el defraudar, ni el pedir perdón, porque no acostumbro a equivocarme, y porque cuando lo hago sufro más por mi propia vergüenza que por lo que pueda causar a otro.

Obsesionarse con la perfección es absurdo, como toda obsesión, pero más absurdo es idealizar a las personas. Si encuentras algo hasta en los defectos significa que has perdido la imparcialidad, y que no va bien.
Todo era más sencillo siendo prácticamente asocial, sin preocupaciones más allá de la comida del día siguiente.

Hay a gente que me gustaría poder desterrar de mi mente con un parpadeo. Pero por aprecio o por rencor es imposible.

Mientras tanto, ahí afuera, insólitos y falsos amigos se extralimitan en sus funciones, novios engañan y mienten, y maridos buscan lo que no encuentran en casa. Y lo bueno o malo de todo esto es que como en todo juego de dos, se acaba encontrando un compañero.

"Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti." - F.W.N.

No hay comentarios:

Publicar un comentario