Como si de una terapia de choque se tratase.
A veces la única forma de probar hasta que punto has asumido un fracaso es mirarlo a los ojos y comprobar que no te tiembla el pulso. La frialdad, aquella genial cualidad que por momentos parecía esfumarse, tan fácil de echar de menos cuando parece tan necesaria, tan difícil de despreciar vista su utilidad.
Nada es lo mismo, nunca lo es. Pero te acostumbras a encadenar las decepciones, hasta el punto de que la indiferencia lo es todo. No hay dolor, ni rabia, sólo lo que pudo haber sido y un cursor parpadeante en espera de alguna palabra cordial.
Puede decirse que has esquivado una bala, o que ella te ha esquivado a ti. Que torres más altas han caído, que lo que parecía torcido en realidad no lo está, y que no hay de lo que arrepentirse. Mirar al horizonte y verlo venir, como siempre, lo que se ha dejado atrás pasado está.
"Because you're not done, you're far too young, and the best is yet to come"
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